Improvisación a partir de Baroja

Siguiendo la estela de otros que ya lo han hecho, porque en casi todo lo que uno se propone hacer en la vida siempre hay alguien que ya lo ha hecho (sólo queda hacerlo mejor que ellos), y guiado por la vagancia de tener que, pero no querer dibujar algo coherente y construido, me he dado al dibujo automático a partir de uno de los donostiarras más insignes de todos los tiempos, Pío Baroja.



A partir de unos de esas caras que tanto me gusta dibujar nacen una serie de chorradas variadas. Es por lo tanto un trabajo guiado por la facilidad, no tanto la facilidad técnica como la facilidad con lo que uno dibuja lo que le gusta y, sobre todo, lo que sabe instintivamente dibujar. Esa misma facilidad impide que nos ataque el horror vacui o miedo al vacio, del que tan cruelmente sufre el célebre y polifacético artista rumano-navarro Mitxel Gomazkoescu (algun terrible ejemplo de esta dolencia en http://eggjyhad.blogspot.com/) pero que también encontramos en el arte de civilizaciones desaparecidas, como en esta obra de arte califal cordobés






o en esta cerámica minoica conocida como "la (cerámica) del Pulpele"



Tal vez lo continue más tarde, porque como dice en el libro de los macabeos (traducción del arameo de Moskovski) libro 13 párrafo 14:5 "Y el dragón dijo - Bellaco, no has completado todo el espacio, ya puedes completarlo mañana o aquí va a llover sangre y el sol se teñirá de negro".

Shalom pues